domingo, 8 de abril de 2012

Dead like me. Serie vs Película



Después de ver la serie completa "Dead like me" (primera y segunda temporada) y no quedar para nada decepcionada, no esperaba menos de la película y ese fue mi error.

En la serie les coges cariño a los personajes, aunque no sean perfectos, nadie lo es, tienen un toque que los hace únicos. Sin embargo, en la película te pueden llegar a parecer despreciables, sobre todo Mason y Daisy. Además algunos actores ni siquiera son los mismos que en la serie.

Yo esperaba algo parecido a un capítulo, pero más largo y me he encontrado con algo que apenas se le parece. En la serie te la sensación de que todo tiene un sentido, que aunque haya cosas que nunca lleguemos a entender, todo pasa por algo. Que hay una reglas que hay que seguir, te gusten o no,  y que si las rompes siempre va a ser todo peor. En la película esa idea es difusa. Quizás si no hubiese visto antes la serie, no me parecería tan mala la película, no lo sé.

Lo mejor de la serie son las reflexiones de Georgia, el punto sarcástico de los personajes y el hecho de que aunque se trate un tema desagradable, la muerte, no te trasmite tristeza, te hace sonreír y al mismo tiempo reflexionar sobre muchos aspectos de la vida.

Os dejo algunos monólogos y diálogos de la Segunda Temporada

"Cuando era pequeña, mi padre,
que era profesor de lengua...
solía decirme que
nunca estaría sola...
siempre y cuando
tuviera un buen libro.
Qué bueno.
...
- ¿Lista para ir a la fiesta
del cumpleaños de Susie?
-No. Mi libro se está
poniendo interesante
-George, ya confirmamos.
-Yo no confirmé nada.
- Le compramos un regalo.
- ¿Qué le compraste?
-un camisón de franela...
-Mamá, harás que me maten.
-Georgia, no seas tonta. Vamos a ir.
- No.
- Sí lo harás.
- Claro que no.
- ¿Por qué tienes que ser tan obstinada?
...
Georgia Lass, no puedes pasar
toda tu vida leyendo libros.

-Verás que sí.
...
La lectura no me hizo popular 
y tampoco me hizo necesariamente feliz.
Lo que sí me hizo fue una buena deletreadora."

Mi corta vida fue como nuestra
salida familiar al circo.
No fue tan mala.
Un rato con los payasos, algún dulce de algodón...
Y cuando las cosas se ponían interesantes,
tapaba mis ojos.

Supongo que siempre hay algo
de lo que esconderse...
algo ahí fuera que queremos evitar.
Así que nos escondemos todo
el tiempo que podemos...
pero eso tampoco es fácil...
Al final, a lo que le tenías tanto miedo...
resulta no ser tan aterrador después de todo.
Porque sabes que si te escondes...
tus miedos te buscarán.

Cuando mi hermana era pequeña...
solía cerrar sus ojos cada
vez que quería esconderse.
Creía que eso la hacía desaparecer.
Cuando creces...
aprendes que cerrar tus ojos
sólo hace todo más oscuro.
Tienes que enfrentarte a todo.
Hasta la muerte.

Como cambian las cosas



Pensé que nunca lo diría, pero las cosas cambian. Cambian las situaciones, los sentimientos, las personas e incluso los lugares. Hace unos años que nadie me hubiese dicho que en Semana Santa fuese a cualquier otra parte que no fuera el pueblo de mi madre. La respuesta hubiese sido un NO rotundo, a partir de Miércoles Santo que nadie me sacase de allí.

Recuerdo la pena que me daba cuando se iba el último trono después de la procesión de Viernes Santo por la noche porque para mí la Semana Santa acababa ahí, lo del Domingo de Resurrección ya era otra cosa.

Recuerdo ir a ver como "bailaban" a la Cleofé, sí, aunque resulte raro, en mi pueblo los Santos bailan.

Este año después de más de 25 años saliendo en la procesión de Viernes Santo por la noche no me he quedado después de la procesión a ver como "bailaban" a los santos , ni siquiera he salido después, como solía hacer. Y dicho así, parece que hay un tono de añoranza en mis palabras, pero no lo hay. El pasado, pasado está.